Hoy quiero contar la historia de una coincidencia bastante extraña.
La idea de este blog nació hace más de un año. Nunca tuve un plan específico de las cosas que quería escribir pero sabía que la primera receta que compartiría con ustedes sería la de un pastel simple pero muy rico típico de mi ciudad: Verona. Entre otras cosas, una tarta que también me trae muchos recuerdos de las fiestas pasadas con mis abuelos paternos, que nos dejaron en 2021.
Tengo todos los ingredientes para prepararlo en mi despensa desde enero y tenía planeado escribir este post a principios de marzo. Pero ahora, debido a los acontecimientos recientes, me encuentro preguntándome si es apropiado o no publicarlo y esto simplemente por su nombre: Torta Russa di Verona.
Aunque tal vez parezca una tontería, yo creo que es serio, así que antes de compartir esta receta especial, escribiré un breve pensamiento. Lamentablemente, todo lo que ha venido sucediendo en los últimos años y no solo en Europa sino en todo el mundo, poco a poco va dividiendo a las personas, creando desacuerdos, disputas, peleas y generando odios de todo tipo. Tanto en medios online, como en la vida real. En cambio, lo que me encanta de la cocina, y del arte en general, es su poder para unir y ayudar a hombres y mujeres a entenderse a pesar de las diferencias de pensamiento o cultura. Por eso hoy para mí, preparar este pastel no es solo un gesto de amor por las personas que querrán probarlo y descubrirán su bondad, no es solo el deseo de revivir recuerdos de mi infancia o traer un poco de mí cultura italiana aquí en España, sino también es una forma de recordarme que nunca podemos dar juicios basados en un nombre, un origen geográfico o un chisme. Y que independientemente de lo que suceda a nuestro alrededor, es nuestra responsabilidad amar y ser amables con quienes nos rodean, ayudar, echar una mano o incluso regalar una sonrisa para hacer del mundo un lugar mejor.
Dicho esto, ¿tenéis curiosidad por saber más sobre este postre? Se trata de un bizcocho con una mezcla de huevos, almendras y galletas “amaretti”dentro de una masa de hojaldre. En cuanto al nombre, hay varias teorías: la primera es que se llame así por su particular forma que podría recordar al ushanka, que es el sombrero típico utilizados pos las poblaciones de Rusia y Armenia. La segunda, más romántica, es que esta tarta la creó un pastelero de Verona que trabajaba en los cruceros, para dedicársela a una chica rusa de la que se enamoró mientras viajaba por los mares del Norte. En cualquier caso, esta sencilla tarta de aroma intenso y sabor particular se ha convertido en la favorita de las familias de Veronaa partir de mediados del siglo pasado y aún hoy se puede encontrar en todas las mejores pastelerías de la ciudad.
El ingrediente principal de este pastel son las galletas “amaretti”. Songalletas típicas italianas, con un sabor muy particular y muy intenso con base de almendras. Después de darme cuenta de que aquí en España no es fácil encontrarlas en los supermercados normales (en realidad nunca he podido), yo me las arreglé para recibirlas directamente desde Italia. Pero hoy os puedo confirmar que si vivís en el centro de Almería seguro podéis encontrarlas en "Scapricciatiello", una tienda de productos típicos italianos. Por lo tanto, es posible que también se puedan encontrar en otras tiendas y en otras ciudades y, obviamente, siempre está la opción de comprarlas online a buen precio.
En fin, no hay excusa, hacer este pastel es perfectamente factible y realmente vale la pena para poder experimentar un nuevo sabor 100% italiano. Como descubriréis leyendo la receta que en breve os daré, su preparación es rápida y fácil de llevar a cabo. Solo hay que prestar atención a los tiempos de cocción, cosa que aprendí por experiencia propia.
Hace años decidí preparar este postre por mi cumpleaños. En la oficina donde trabajaba, teníamos la tradición de compartir algo para tomarnos un descanso y celebrar juntos y esta me pareció la idea perfecta para mostrar mis habilidades culinarias. Pero algo salió mal…
La noche anterior estaba muy apurada y no presté atención a la cocción del pastel. Tuve que salir y ya no tuve tiempo de dejar la tarta en el horno, además por fuera parecía cocida ya que estaba dorada. A la mañana siguiente le pedí a mi colega Arianna, también experta en dulces, que la revisara, y era evidente que por dentro aún estaba demasiado cruda. No pude servirla, pero tampoco pude cancelar la fiesta. Así que durante la hora del almuerzo fuimos juntas a un supermercado cercano que también vendía productos de horno y entre ellos la Torta Russa. Compramos una que parecía bastante casera por 6 o 7 euros y volvimos a la oficina. En el momento de la fiesta fue muy divertido presentar ese pastel y hacer creer a la gente que lo había hecho yo, recibiendo muchos elogios de todos los compañeros.
Arianna y yo nos hemos reído muchas veces a lo largo de los años pensando en esta anécdota y nunca le hemos revelado el secreto a nadie...hasta hoy, ¡esta es la ocasión adecuada! Aprendí que hay que tener paciencia, la repostería es una ciencia además de un arte. Pero puede pasar equivocarse y en este caso...hay que ser creativos!
A continuación encontraréis la receta explicada de forma sencilla, con los ingredientes necesarios y algunos pequeños consejos para que esta tarta sea todo un éxito!
Ingredientes para una tarta de 8/10 porciones:
1 masa de hojaldre
170 g harina
100 g mantequilla
100 g almendras naturales
150 g azúcar
100 g amaretti
3 huevos
8 g levadura
aroma de almendra (opcional)
azúcar glas
sal
Preparación:
- Preparar todos los ingredientes. Picar las almendras junto con una cucharada de azúcar. Machacar las galletas con las manos o con el dorso de un vaso. Derretir la mantequilla y dejar enfriar;
- Empezar a preparar la masa batiendo los huevos junto con el azúcar hasta que el todo se vea ligero y esponjoso;
- Adjuntar la mantequilla derretida a la mezcla;
- Por último añadir las almendras troceadas, la harina con la levadura, una pizca de sal, los amaretti triturados y el aroma de almendras y mezclar todo con una espátula;
- Preparar un molde redondo de 20 cm y estirar el hojaldre en su interno, dejando debajo el papel de horno;
- Verter la masa y doblar los bordes hacia adentro.
(Yo utilicé una masa de hojaldre rectangular, así que tuve que recortar las esquinas directamente después de haberla extendida en el molde. Esto sale más fácil con una masa redonda pero no es tan importante porque no tiene que quedar perfecta. Se puede ajustar con las manos para que salga como se muestra en la imagen a continuación).
- Hornear a 180 grados durante una hora aproximadamente.
(Recomiendo cocinar tapado con papel de aluminio los primeros 45 minutos y luego retirar para evitar que se queme la superficie del pastel. El tiempo de cocción dependerá en todo caso de vuestro horno y de la profundidad del molde. Comprobar el horneado con un palillo. El pastel estará listo cuando esté lo suficientemente seco para sacarlo).
- Retirar del horno y dejar enfriar unos minutos antes de desmoldar. Cubrir con azúcar glas y servir.
- La Torta Russa di Verona se puede conservar durante 3 o 4 días cubierta por una campana de vidrio.
Tengo mucha curiosidad por saber si alguno de mis lectores decidirá experimentar con esta receta. Espero sus comentarios y, por supuesto, sus sugerencias sobre cómo mejorar o sobre las próximas recetas para compartir! ¡Buon appetito!
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